Te Haz Preguntado Algunas Vez: ¿Como es que Dios llama a un Hombre al Ministerio?
Edición: Planeta Apostólico Pentecostal
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el llamado Pastoral (cortesía de pixabay) |
¿Tu, has sentido un llamado de Dios? Para salir ¿A pastorear una obra, ó abrir una obra?
Una de las vocaciones más satisfactorias pero más exigentes es el ministerio cristiano. Sin embargo, a diferencia de otras vocaciones , usted no es quien escoge el ministerio, es el ministerio el que lo escoge a usted. La Biblia dice que Jesús es la cabeza de la Iglesia (Colosenses 1:18), y es Él mismo quien escoge quién debe entrar al ministerio a tiempo completo (Efesios 4:10-11).
Nadie debería entrar al ministerio a su antojo o sólo por el deseo de hacer el bien, o por una ganancia financiera. Si usted no está llamado, no tendrá la gracia o el don para hacerlo. Como resultado, estará frustrado, la vida de Dios no estará allí, y será simplemente un trabajo, sin satisfacción.
Alguien con un llamado al ministerio, desempeñando otro trabajo, será miserable. Y alguien que no está llamado al ministerio, trabajando en el ministerio, será igualmente desdichado. Entonces, ya que es tan importante convertirse en un ministro sólo si usted está llamado, la pregunta es:
¿Cómo saber si estoy llamado?:
Dios lidia con nosotros como individuos, así que Él no hace lo mismo con todos. Todos podemos tener diferentes experiencias cuando recibimos el llamado al ministerio. Sin embargo, existen patrones que pueden verse en la vida de las personas llamadas al ministerio. Básicamente, usted sabe que está llamado por revelación, pero aquí están cinco señales que le pueden ayudar a determinar si está llamado(a) al ministerio:
- 1. Las personas llamadas al ministerio reciben su llamado sobrenaturalmente.
He escuchado a algunas personas decir que Jesús se les apareció para hablarles de su llamado – ese no es el caso de la mayoría de nosotros. También he oído a otros decir que escucharon una voz audible sobre su llamado – eso tampoco es lo común.
Lo que la mayoría de nosotros tiene es ya sea una voz interna o convicción que nos empuja a amar, servir y buscar a Dios, más allá de la mayoría de las personas.
Algunos pueden recibir una palabra profética o una confirmación profética, otros pueden tener un sueño, o a menudo Dios trae esa convicción a través de la lectura de la Biblia. Es como si un verso relacionado con el llamado saltara de la página y le sacudiera por dentro.
Este es el testimonio del Espíritu Santo dentro de usted. No lo siente solamente durante un tiempo de su vida. Es una convicción que nunca se va. El llamado de Dios le marca para el resto de su vida. Lo que sea que usted haga, usted lo sentirá jalándolo por dentro. Es como un viento o una corriente. Tratar de ir en contra de él requiere esfuerzo. Le hace sentir mal e insatisfecho, sin paz. Dejarse llevar por él hace que todo parezca fácil, que fluye, y rápido. Todo se siente en paz en su vida y hay una satisfacción interna y felicidad que vienen a su vida.
- 2. Las personas llamadas al ministerio aman servir.
En un curso que enseñé sobre cómo encontrar el propósito y llamado para su vida, le pedí a varios ministros que presentaran sus testimonios de cómo fueron llamados al ministerio. Un componente que se encuentra en todos nosotros era que nos involucramos de todo corazón en servir en la iglesia local a la que asistíamos en el momento. Nadie tuvo que empujarnos; no era una carga. Lo hicimos porque queríamos servir a Dios. Asimismo, no importaba a qué departamento nos asignaran, lo hacíamos con responsabilidad y con gozo.
- 3. Las personas llamadas al ministerio manifiestan una gracia y dones que son visibles para otros.
Cuando una persona está llamada al ministerio, hay dones sobrenaturales que se manifestarán en la vida de la persona. Estos dones fluyen naturalmente y sin esfuerzo. De hecho, puede ser tan natural para usted que quizás no se dé cuenta que está fluyendo en esta gracia, pero otros lo notarán.
Las personas notarán que sus oraciones son más efectivas. Cuando usted le predica el evangelio a otros, es más efectivo. Cuando usted habla, las personas quieren oírlo. Tiene un entendimiento más profundo de las Escrituras. Hay una gran autoridad en sus palabras. Hay un mayor poder y manifestaciones espirituales. Todas estas cosas ocurrirán y crecerán a lo largo de su vida.
- 4. Las personas llamadas al ministerio están “programadas” para el ministerio al que están llamados.
Todos los llamados ministeriales a los hombres han sido preordenados por Dios antes de que la persona nazca. Así que, cuando usted nació, Dios “le programó” con ciertas características que van con su llamado. Son inseparables de usted como persona.
Ser un pastor no se trata simplemente de tener el título de pastor, o de recibir un diploma de una universidad bíblica. Su personalidad, manera de pensar, la manera en que usted se comporta, entre otros, están programadas de acuerdo a su llamado.
Por ejemplo: un pastor será un extrovertido, siempre buscando cuidar a otros, y será un líder. Un evangelista no puede evitar el estar pensando siempre en ganar almas. A un maestro le gusta estudiar y es muy organizado. Un profeta odia el mal y todo lo que vaya en contra de la voluntad de Dios. Un apóstol siempre querrá ayudar al mayor número de personas posible a crecer y madurar en las cosas de Dios. Estas son cosas que no son estudiadas, son parte de quien usted es y no pueden cambiarse más de lo que usted puede cambiarse el color de sus ojos.
- 5. Las personas llamadas al ministerio tendrán un mayor deseo por Dios y las cosas de Dios que el Cristiano promedio.
Cuando comparo mi caminar Cristiano y el de otros ministros con el de la mayoría de los cristianos, encuentro que tenemos un deseo mucho mayor por las cosas de Dios. Estamos dispuestos a morir a nuestros deseos y a nosotros mismos.
Estamos dispuestos a sacrificar más para el beneficio de otros. Estamos dispuestos a buscar la voluntad de Dios mientras otros están divirtiéndose. Estamos dispuestos a pedirle a Dios que nos de convicción cuando estamos equivocados.
Estamos dispuestos a pedirle a Dios que lidie con nosotros en el área de la santidad. "El cristiano promedio está dispuesto a sacrificar cosas por Dios. El ministro está dispuesto a sacrificarse a sí mismo por los propósitos de Dios".
Bono:
Y aquí está un extra bono. Los ministros cristianos maduros podrán sentir por el Espíritu Santo, o por la obra de Dios a través de usted, que usted tiene un llamado. ¿Tiene usted algún líder cristiano maduro que lo conozca? Pidáselos, y ellos seguramente puedan ayudarle.
Conclusión:
¿Entonces, cómo le fue? ¿Lo ha llamado Dios al ministerio? Si ese es el caso, entonces prepárese a morir a sí mismo, pero también prepárese para la más fantástica aventura de fe, bendición, satisfacción y poder que usted pueda experimentar en la vida. Le ha sido entregado un regalo maravilloso, ¡ES TIEMPO DE PREPARARSE PARA ELLO!..
...Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos...
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