No dejes de sembrar por que no sabes quien de repente pueda segar de ese cosecha que tu has sembrado
Por: Joe Sanmartin Edición: Planeta Apostólico Pentecostal
Fuente: desconocido
©Attribution 4.0 International (CC BY 4.0)
Erase una vez: un hombre que subía cada día al autobús para ir al trabajo y seguidamente una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la primera ventana de la autobús siempre.
La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana, siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre le preguntó que era lo que tiraba por la ventana:
- ¡Son semillas!, le dijo la anciana .
- Aquel hombre contesto: ¿Semillas? ¿Semillas de qué?
- La anciana dijo: de flores es que miro afuera y está todo tan vacío...Me gustaría poder viajar viendo flores durante todo el camino. ¿Verdad que sería bonito?
-Y el hombre le contesto: Pero las semillas caen encima del asfalto, las aplastan los coches, se las comen los pájaros... ¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino?
-Muy optimista la abuela respondió: Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan, alguna acabará en la cuneta y, con el tiempo, brotará.
-El hombre dijo: Pero... tardarán en crecer, necesitan agua ...
-Y la anciana le dijo: Yo hago lo que puedo hacer. ¡Ya vendrán los días de lluvia!