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12/21/2021

"Jesus es Dios" Por Marcos Caicedo de la IPUC y del "Ministerio Shalom" ¡Jesús es Dios el Padre! Los Pentecostales del Nombre lo Declaran / Doctrina

"Jesús es Dios" 
Esta es la Declaración de los Pentecostales del Nombre no como la Trinidad si no Como la Biblia lo Enseña "Jesus es Dios el Padre" por el Pr. Marcos Caicedo de la IPUC y de su Ministerio Shalom

Por: Joe Sanmartin 
Edición: Planeta Apostólico Pentecostal 
Fuente: del "Ministerio Shalom" un Blog de la plataforma de Blogger proyecto del Pastor Marco Caicedo de la IPUC, que desde el año 2015 no ha estado mas activo. el trabajo escrito hace parte de una serie de estudios de la "Doctrina Pentecostal" escrita por el mismo pastor Caicedo, la fecha de la publicación original fue el  jueves 7 de mayo de 2015. Puedes visitar todo el trabajo de esta obra "Doctrina Bíblica Pentecostal" en el siguiente enlace: mini-shalom.blogspot.com, el equipo de "planeta apostólico y pentecostal" te lo recomienda al 100%.
 ©Attribution 4.0 International (CC BY 4.0
Pastor Marcos Caicedo
de la IPUC
(perfil oficial en Facebook)

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9).

El hecho que Jesús es Dios se halla tan firmemente establecido en la Escritura como el hecho que Dios es uno. La Biblia enseña que Jesús es totalmente Dios y totalmente hombre. .
En las próximas secciones presentaremos y consideraremos pruebas bíblicas de que Jesús es Dios, enumerándolas para la conveniencia del lector.
  • 1. El Antiguo Testamento Testifica Que Jesús Es Dios:
  1.  Isaías 9:6 es una de las pruebas más poderosas de que Jesús es Dios: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Principe de paz.” Los términos "hijo" y "niño" se refieren a la Encarnación o manifestación del “Dios fuerte” y “Padre eterno.
  2. Isaías profetizó que el Mesías se llamaría Emanuel, que es, "Dios con nosotros" (Isaías 7:14; Mateo 1:22-23).
  3. Isaías describió al Mesías como un "vástago de Isaí" (el padre de David) y también como la "raíz de Isaí" (Isaías 11:1, 10; véase también Apocalipsis 22:16). Según la carne El era un descendiente (vástago) de Isaí y David, pero según Su Espíritu El era su Creador y fuente de vida (raíz). Jesús usó este concepto para confundir a los Fariseos cuando El citó el Salmo 110:1 y preguntó, en esencia, “¿Cómo podía David llamarle al Mesías Señor cuando el Mesías había de ser el hijo (descendiente) de David?” (Mateo 22:41-46).
  4. Isaías 35:4-6 demuestra que Jesús es Dios: “he aquí que vuestro Dios . . . vendrá, y os salvará.” Este pasaje sigue a decir que al venir Dios los ojos de los ciegos se abrirían, los oidos de los sordos serían abiertos, el cojo saltaría, y la lengua del mudo hablaría. Jesús aplicó este pasaje de la Escritura a Sí mismo (Lucas 7:22) y, por supuesto, Su ministerio produjo todas estas cosas.
  5. Isaías 40:3 declara que uno clamaría en el desierto, “Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.” Juan el Bautista cumplió esta profecía cuando él preparó el camino para Jesús (Mateo 3:3); asi que Jesús es Jehová y nuestro Dios.
  6. Miqueas 5:2 comprueba que el Mesías es Dios. “Pero tú, Belén Efrata . . . de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” 
Entonces el Antiguo Testamento claramente afirma que el Mesías y el Salvador que había de venir sería Dios mismo.
  • 2. El Nuevo Testamento Proclama Que Jesús es Dios:
  1. Tomás confesó a Jesús como ambos Señor y Dios (Juan 20:28).
  2. Según Hechos 20:28, la iglesia fue comprada con la sangre propia de Dios, específicamente la sangre de Jesús.
  3. Pablo describió a Jesús como “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).
  4. Pedro lo describió como “nuestro Dios y Salvador Jesucristo” (II Pedro 1:1).
  5. Nuestros cuerpos son el templo de Dios (I Corintios 3:16-17), pero sabemos que Cristo mora en nuestros corazones (Efesios 3:17).
  6. El Libro de Colosenses enfatiza fuertemente la deidad de Cristo. “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9; véase también Colosenses 1:19). Según estos versículos de Escritura, Jesús no es simplemente una parte de Dios, sino que el total de Dios es residente en El. Si hubiera varias personas en la Deidad, según Colosenses 2:9 ellos todos serían residentes en la forma corporal de Jesús. Nosotros somos completos en El (Colosenses 2:10). Todo lo que necesitamos de Dios lo podemos hallar en Jesucristo solamente.
Concluimos que el Nuevo Testamento atestigua la plena deidad de Jesucristo.